Dos policías de LAPD llamados Mercado y Tavera patrullaban las calles de Los Ángeles cuando apareció en su camino un pequeño cachorro, abandonado en la calle.
Cuando el lindo cachorro vio a los dos policías, pareció sentir que podían ayudarlo. Rápidamente los persiguió y gimió conmovedoramente para llamar su atención. En ese momento, los dos policías se dieron cuenta de que no podían resistirse a una niña tan encantadora.
Recogieron al cachorro y lo llevaron al coche de la policía.
En el auto, no pudo evitar abrazarlos y mirar con adoración a sus rescatadores. Su corazoncito se llenó de amor por estos policías.
El perro fue llevado a la comisaría. Allí fue alimentado y cuidado por amables oficiales que decidieron darle el sobrenombre de Hobart, en honor al lugar donde lo encontraron originalmente. Hobart claramente necesitaba a alguien que lo amara y lo protegiera, por lo que decidieron ponerlo en un refugio.
Pero resultó que el oficial Mercado decidió quedarse con Hobart. Él se asegurará de que el pequeño cachorro esté feliz en su nuevo hogar.
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